Sélection - Instituto Europeo Del Bosque Cultivado

Neodiprion sertifer

Neodiprion sertifer (Geoffroy) (Hymenoptera, Diprionidae)
Sinonimias: Diprion sertifer.

Todas las especies de pino (Pinus).

Desde marzo-abril hasta junio-julio presencia de colonias de larvas semejantes a orugas que comen, sobre todo, las acículas más viejas. Las larvas tienen la cabeza negra y presentan, longitudinalmente, líneas de color verde, gris y negro. Alcanzan, como máximo, un tamaño de 2,5 cm. Cuando se les perturba adoptan una posición característica, elevando las partes delantera y trasera de su cuerpo (Foto 1).
A partir de abril, defoliación de las acículas más viejas.
El adulto se asemeja a una pequeña avispa marrón rojiza y es, aproximadamente, de 1 cm de longitud.
Los huevos son depositados individualmente en las acículas, en hendiduras que realiza la hembra. Como consecuencia, las acículas muestran una línea de manchas amarillas (visibles en otoño e invierno) (Foto 3).

El insecto causa daños, sobre todo, en plantaciones jóvenes.
La defoliación provoca disminución del crecimiento.
Los árboles debilitados pueden llegar a morir después de ataques severos.
Los árboles atacados son más sensibles a las plagas secundarias, sobre todo a los escolítidos.
Las larvas mordisquean la corteza de las ramillas.

Presenta una o dos generaciones por año.
Los adultos vuelan en septiembre – octubre, generalmente después de la diapausa estival. Las hembras depositan los huevos, alineadamente, sobre las acículas.
Pasan el invierno en forma de huevo y eclosionan en marzo- abril.
Las larvas se alimentan, agrupadas en colonias, hasta junio o principios de julio. Comen las acículas más antiguas, dejando intactas las acículas del año en curso. Las larvas adultas abandonan el árbol para pupar en capullos en el mantillo. En zonas cálidas las primeras pupas pueden formarse en abril.
Los brotes de plaga duran, normalmente, entre dos y tres años.
En zonas frías puede darse una diapausa invernal prolongada.

Principalmente, son atacados los pinos jóvenes.
Los árboles con estrés hídrico o de nutrientes son más susceptibles de ser atacados.

No hay insecticidas autorizados contra esta especie ni en España, ni en Portugal ni en Francia. Los enemigos naturales y la falta de alimento conducen a un rápido colapso de la población.